Malena (con camiseta blanca) y yo (con foulard gris) junto a nuestra amiga Sorina y varios de nuestros hijos en Medina de Rioseco
Los lapbooks basados en viajes son un recurso fantástico, ya que nos ofrece muchas posibilidades, desde hacer un diario del viaje, hasta ahondar en algún aspecto del mismo, una visita, la historia de un lugar, etc. Durante nuestro viaje podemos ir recopilando folletos, mapas, guardar las entradas de los museos, catedrales, exposiciones, etc, que visitemos. Es importante también que saquemos fotos, que nos acordemos de guardar algún plano de la ciudad que visitamos… en fin que vayamos metiendo en una bolsa o carpetita todo lo que "in situ" vayamos encontrando, porque luego, cuando hagamos nuestro lapbook ya iremos viendo con qué nos quedamos y qué desechamos.
Foto de grupo en Saldaña
Juan, mi marido, lanzando un venablo con propulsor en el Parque Arqueológico de Atapuerca
Un viaje suele dar para más de un lapbook, nuestro corto viaje de un fin de semana nos podría dar para más de cinco, ya veremos lo que hacemos y lo que va saliendo. De momento tenemos pensado realizar uno sobre la villa romana, otro sobre Atapuerca solamente, otro sobre Evolución humana de forma genérica y otro que sea un diario del viaje, con nuestras rutas, visitas, fotos y comentarios personales, pero si quisiéamos podríamos hacer otro sobre Medina de Rioseco, sobre las exposiciones de “Las edades del hombre”, sobre Saldaña, otro sobre Burgos, otro sobre Valladolid y Felipe II, otro sobre Felipe IV, otro sobre los pinchos y tapas de diseño, otro sobre la gastronomía castellana… ¡Vamos si pueden salir temas! Siempre pueden aparecer más ideas de las que uno piensa. No se trata de tener que hacer todo lo que se nos ocurra, pero sí aquello que más interese a nuestros hijos o que más nos haya llamado la atención a todos.
Mi hijo Yvain junto a Marta, la hija pequeña de Malena "dentro" del cráneo de un homo antecessor, frente al Museo de la Evolución humana en Burgos
No me extiendo más, solo deseo que la próxima vez que vayáis de viaje, sea a donde sea, desde una visita a un parque temático a un viaje de fin de semana a una playa tranquila, podáis mirar de otra manera todo lo que tendréis en ese momento a vuestro alrededor para que empecéis a ver las posibilidades educativas que os va a ofrecer, y que estéis ojo avizor a todos esos panfletitos que vamos tirando habitualmente, que el folletito que te regalaron a la entrada de Mundomar es la excusa para estudiar a los delfines y a las focas, o a los papagayos, si fuiste a un parque acuático puedes estudiar desde el agua en sí misma hasta las ofertas de ocio estructurado que se comercializan hoy en día para los niños, la visita a un castillo te permite estudiar historia, arquitectura, turismo… todo depende de cómo se quiera enfocar, pero ten claro que siempre, siempre, allí donde vayas hay muchas oportunidades para descubrir cosas nuevas y fascinantes, incluso en el lugar más sencillo aparentemente, solo hay que tener un poco de visión y/o imaginación para poder sacarle a nuestros viajes el máximo partido.
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