¿Recuerdas
cuando te enamoraste hasta los huesos? Recupera esa sensación, ahora. Permítete
un tiempo para soñar… No tenías ojos más que para él (ella)… tus amigas se
reían y te decían que estabas muy rara, en el momento que aparecía ante ti, ya
estabas intranquila, nerviosa, y hacías todo lo posible por acercarte a él.
Pero estar junto a él tampoco terminaba de arreglar las cosas, pues a veces te
sorprendías diciendo o haciendo algo que jamás hubieras imaginado. A veces,
sentías que el mundo se te nublaba, pero de una forma absolutamente
irresistible.
Cuando
empezasteis a salir juntos, todo el tiempo era poco. Te despertabas pensando en
él y las horas eran eternas hasta que os encontrabais. Necesitabas tocarle,
besarle, abrazarle. Necesitabas sus abrazos, sus besos, sus caricias; nunca
eran demasiadas. Seguramente si cierras los ojos ahora, eres capaz de recordar
el tacto de su piel, su barba, su pelo.
Las
despedidas eran eternas. Fueran hasta el día siguiente, hasta la semana
siguiente o hasta la clase siguiente… eran duras. Las noches eran lo peor…
¡había tanto tiempo para pensar por la noche, tanto tiempo sin saber de él! A
veces había hasta lágrimas. Volveríais a veros, sí, pero ¿por qué la vida es
tan injusta que no permite pasar todo el tiempo del mundo con la persona amada?
¡Nunca es suficiente!
A
veces la gente no te comprendía ¿por qué le llamas otra vez por teléfono? ¿Por
qué no quedas tanto con otras amigas? ¿Qué significa esta llamada del instituto
diciendo que has faltado a clase? … la gente nunca entiende nada.
Un
día pudiste dormir con él. Una noche robada, en la que deseabas despertarte
muchas veces sólo por el placer de notarlo cerca… y ese olor… a veces, te ponías
un jersey suyo, lo aspirabas y revivías ese momento. Y hueles la almohada, y te
calma. Y tantas noches sin dormir… tantas ojeras, tanto sueño… y tan feliz.
Esto
sucedió hace muchos años. Seguís juntos, pero el amor cambió. La urgencia dejó
paso a la serenidad y las emociones fuertes se transformaron en una fortaleza
serena. Recuerdas esos tiempos con emoción, sabiendo que no pueden durar
eternamente… todo evoluciona.
Elegiste
a la persona amada, te correspondió, crecisteis… ahora, ante ti está el fruto:
un pequeño ABSOLUTAMENTE ENAMORADO de ti, porque tú eres su principio, su
alimento, su sostén, su todo.
Por
eso no está tranquilo cuando faltas, y te busca por los rincones. Tampoco está
tranquilo cuando estás, porque no sabe cómo hacerte ver lo que te ama. Siempre
quiere más, más caricias, más abrazos, más besos, más teta. Cualquier cosa le
recuerda a ti. Las despedidas son lo peor… da igual que sea sólo unas horas,
mientras trabajas… esas horas se las arrebatan a él… sí, os volveréis a ver,
pero él solo piensa en el ya. ¿Por qué te tienes que ir? ¿No puedes faltar,
sólo un día?... La gente nunca entiende nada: “¿otra vez al pecho? ¡vaya vicio
tiene!” Y las noches son tan largas… a veces se despierta sólo porque te
siente, sólo por el placer de compartir un rato más contigo. Y si estás
dormida, olerá tu pelo, se abrazará, se sentirá seguro.
Pero
eso será sólo unos años. Su amor cambiará. Se volverá más sereno, todavía
emocional, pero menos cambiante. Sabrá que vuelves a por él y no llorará, sabrá
que estás ahí y no te despertará. Pero tú lo recordarás toda la vida. Y cuando
él no lo recuerde, lo echarás de menos.
Beatriz Coronas, psicóloga.
Guau!!! Hermosa comparación, si no fuese por que estoy en la oficina habría dejado salir mis lágrimas. Me llegó hasta el alma por que pude imaginarme y recordar todo.
ResponderEliminarSaludos
Precioso Beatriz,
ResponderEliminarMe siento totalmente identificada con la primera parte, aún no he vivido la segunda, la espero impaciente...
Puff, qué pasada, estoy temblando todavía....
ResponderEliminarPrecioso, precioso, precioso....
Que cosa tan bonita, es mi experiencia a la perfeccion. Mi hija esta completamente enamorada de mi y yo de ella claro.
ResponderEliminarQue cosa tan bonita, es mi experiencia a la perfeccion. Mi hija esta completamente enamorada de mi y yo de ella claro.
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