viernes, 24 de mayo de 2013

Consejos útiles cuando existen conflictos en la familia


Las relaciones entre padres e hijos es algo tan viejo como la historia de la humanidad, aunque en este momento se están dando cambios vertiginosos que afectan a la forma de entender las relaciones familiares.

La familia tiene una gran importancia en la vida de las personas, es donde se crean vínculos más fuertes durante la infancia, y esos vínculos y la calidad que tengan pueden marcar el modo de relacionarnos con otras personas durante la adultez.

Convivimos con otras personas en núcleo familiar, cada una tiene su carácter, necesidades y deseos. Conciliar todo esto es un ejercicio de creatividad enorme. E inevitablemente surgen diferencias, es algo natural y consustancial a las relaciones humanas. El reto no es conseguir que no haya conflictos, sino cómo los interpretamos y especialmente cómo los resolvemos.

La señal de alarma aparece cuando en las diferencias que tenemos con nuestros hijos, pareja, familiar cercana, las emociones están desbocadas y se producen ataques personales, negatividad, impaciencia, tergiversamos las palabras del otro... Con los niños hemos de estar especialmente alerta, ya que en algunas familias se usan modos de comunicación, palabras y frases que no nos atreveríamos a usar con un adulto y que, sin embargo, nos consentimos con los niños porque son más débiles e influenciables. Si te has sorprendido con palabras o actitudes fuera de lugar e impropias de la crianza que deseas tener con ellos, es el momento de que hagas un repaso:

  • analiza cuáles son los aspectos positivos de tu familia
  • repasa las decisiones que atañen a tu familia de las que estás más orgulloso
  • revisa en qué situaciones tienes más dificultades, cuáles despiertan sentimientos de pena o rabia en ti
  • establece un orden de prioridad de aquellas actitudes personales que necesitas cambiar ya
  • realiza un plan de acción y márcate estrategias para cambiar esas actitudes
  • si te faltan herramientas, busca ayuda
Estos consejos pueden parecer sencillo, y realmente lo son. Sin embargo muchos adultos se sienten bloqueados cuando entra en juego la culpabilidad. Se produce un atasco y pese a ser conscientes de la necesidad de cambiar no saben por dónde comenzar. Así que un buen modo de hacerlo es llevar adelante estos consejos en un momento de calma. Es posible cambiar, requiere consciencia, voluntad y compromiso.

Mª Pilar Gómez, mediadora familiar, maestra y madre
Crianza En Familia

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