viernes, 30 de septiembre de 2011

Montar un negocio online: Cómo concretar y cómo dirigirte hacia tu cliente ideal

Resumen: En este artículo explicaré porqué es fundamental y necesario concretar nuestro nicho de mercado,  y te daré los pasos básicos que te ayudarán en esta ardua tarea de definir a qué tipo de cliente nos vamos a dirigir y cómo.
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Montar un negocio online: Cómo concretar y cómo dirigirte hacia tu cliente ideal.

Cuando nos planteamos montar un negocio online nos surgen muchas dudas. Internet es tan amplio, tan inabarcable que nos cuesta definir hacia donde o hacia que nicho de mercado queremos o debemos dirigirnos. En este artículo explicaré porqué es fundamental y necesario concretar ese aspecto y te daré una serie de pasos que te ayudarán en esta ardua tarea de definir a qué tipo de cliente te debes dirigir.
Internet es absolutamente  enorme, inmenso, por lo que es imposible crear un producto o servicio que interese a todos los que navegan por la red.  Jamás todas las personas que buscan información o productos por Internet pueden estar interesados en la misma cosa,  así que lo primero que vas a definir y concretar es a que nicho de mercado te diriges, para enfocar tus esfuerzos en esa dirección y no desgastarte inútilmente intentando captar clientes donde o cómo no debes. Cuando pienses en tu cliente, en ese cliente ideal que se acerca a tu producto y lo compra, necesitas pensar en un tipo concreto de persona y en sus necesidades, y en como el producto o servicio que tú ofreces puede ayudar a esa persona.  Cuanto más concretes más acertarás, porque personalizarás lo que hagas, y eso siempre marcará una diferencia.
¿Cómo hacerlo?

1.       Piensa en la edad media de tu cliente. Si ofreces clases de funky  online mediante vídeos, seguramente te diriges a gente relativamente joven, cuya media puede ser de 19 años, así que a quien debes dirigirte es a alguien de esa edad. Si lo que ofreces es guía para ayudar a padres con hijos que padecen Síndrome de Asperger, te estás dirigiendo a padres con hijos de entre 4 y 14 años, por lo que la media seguramente estará en torno a los 45 años, y si ofrecieras viajes para jubilados, tu media de edad probablemente estaría en los 70. ¿Usarías el mismo lenguaje para hablar con una persona de 15 que con una de 70? Obviamente no, así que debes concretar la edad media de tu cliente.

2.       Piensa en las inquietudes y necesidades reales de tu cliente. Si te diriges hacia un mercado que ya conoces bien, ¡adelante! Seguramente ya sabes cuáles son sus mayores inquietudes. Por ejemplo, yo sé que para ti es importante saber a quién y cómo dirigirte, porque yo he estado ahí y he tenido que pensar muy bien a qué nicho de mercado me dirigía y cómo lo hacía. Si por el contrario te mueves en un terreno que no conoces del todo, tienes dos opciones, una es formarte, aprender sobre ese tema tanto como puedas, y otra es cambiar de negocio. Seamos sinceros, para que un negocio funcione bien tiene que ser algo que conozcas, que sepas manejar, no puedes vender coches y no saber nada de ellos, no puedes hacer un buen libro de cocina sin saber cocinar… Muévete en algo que te resulte familiar, aprovecha los pasos que ya anduviste para adelantarte a las necesidades de tu cliente, o para responder a su demanda. Piensa siempre en ayudar a tu cliente primero, ese es uno de los secretos.

3.       Si no estás muy seguro de que el nicho de mercado que has escogido puede realmente dar fruto económicamente, comprúebalo. Utiliza herramientas como Adwords  o Google Analytics para ver la cantidad de búsquedas que hay del término clave de tu negocio, y la cantidad de competencia, y en base a los resultados podrás decidir mejor si te conviene o no, y replantearte hacía adonde te diriges.

4.       Cuando te dirijas a tu cliente di lo que piensas, lo que crees. La sinceridad siempre será tu mejor baza. No debes decir lo que pienses que los otros quieren oír, si no lo que tú crees, lo que tú conoces. De esa forma todos los que piensen como tú vendrán, porque conectarán con tu autenticidad y con tu forma de funcionar.

5.        Solo te interesan aquellos clientes que pueden pagar tus servicios. Si alguien se interesa mucho por lo que haces pero no puede pagar, no es un cliente, puede ser alguien muy simpático, pero no puedes perder el tiempo con esa persona. Si lo haces no estarás dedicando ese tiempo a conseguir que te lleguen otros clientes, los que sí pueden pagarte y los que van a hacer que puedas seguir con tu negocio, y dedicando tu talento a ayudar a otros dedicándote a lo que mejor sabes hacer. Si no te esfuerzas en obtener auténticos clientes, de los que pagan, tendrás que dejar de hacer eso para lo que estás especialmente dotado y tendrás que ponerte a trabajar para otro en algo que seguro aportará menos a tu vida y a los de los demás. Recuérdalo, si quieres que esta actividad tenga continuidad tiene que compensarte de forma que te permita llevar una vida digna, y para ello mereces clientes que paguen dignamente por tus servicios. Tú lo vales.


En resumen, Internet es inmensa, y por lo tanto no todo el mundo que navega por la red es tu cliente. Necesitas concretar con la máxima definición posible quién es tu cliente, y debes dirigirte a esa persona con un lenguaje adecuado, ofreciéndole tus conocimientos, y tu honestidad, dándole a conocer lo que realmente piensas en el terreno en el que te le ofreces. Te interesa un nicho de mercado que sea viable, para lo cual puedes infórmate usando herramientas como Adwords de Google, por ejemplo, y solo te interesan los clientes que pueden pagar, el que no puede pagar no es tu cliente, así que céntrate en los que sí pueden pagar. Tú quieres vivir de esto para poder seguir ayudando a la gente con tus conocimientos, para ello debes ser recompensado de forma digna.

Todo ser humano merece ser tratado y compensado por sus servicios dignamente.

Un saludo,

Azucena Caballero

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