Ya estamos prácticamente en Navidad y todo lo que nos
rodea nos empuja al consumismo. En el mercado se pueden encontrar todo tipo de
juguetes; desde los educativos, que hacen pensar al niño y le dan espacio para
desarrollar su imaginación, hasta los juguetes que lo dan todo hecho, que
hablan cantan y “se juegan solos”. Normalmente este tipo de juguete, que suele
ser de un resistente plástico irrompible, cansa pronto al niño, que una vez ha
visto las contadas posibilidades que el juguete ofrece lo abandona para hacerse
un castillo con la caja.
Es interesante ofrecer en estas fechas actividades que
permitan a nuestros hijos hacer sus propios juguetes con cosas recicladas o
materiales como arcilla, plastilina o abalorios. Si damos una vuelta por la
casa nos daremos cuenta de que podemos hacer:
Instrumentos musicales:
Sonajeros hechos con recipientes de
cristal, plástico o cerámica, rellenos de legumbres, arena, cascabeles…
Una batería, hecha con la batería de
cocina. Ordenamos las cazuelas y sartenes disponibles y tocamos con un par de
palillos chinos como baquetas.
Flautas hechas de arcilla, masa de sal
o pasta de secado al aire.
Muñecos:
rodea nos empuja al consumismo. En el mercado se pueden encontrar todo tipo de
juguetes; desde los educativos, que hacen pensar al niño y le dan espacio para
desarrollar su imaginación, hasta los juguetes que lo dan todo hecho, que
hablan cantan y “se juegan solos”. Normalmente este tipo de juguete, que suele
ser de un resistente plástico irrompible, cansa pronto al niño, que una vez ha
visto las contadas posibilidades que el juguete ofrece lo abandona para hacerse
un castillo con la caja.
Es interesante ofrecer en estas fechas actividades que
permitan a nuestros hijos hacer sus propios juguetes con cosas recicladas o
materiales como arcilla, plastilina o abalorios. Si damos una vuelta por la
casa nos daremos cuenta de que podemos hacer:
Instrumentos musicales:
Sonajeros hechos con recipientes de
cristal, plástico o cerámica, rellenos de legumbres, arena, cascabeles…
Una batería, hecha con la batería de
cocina. Ordenamos las cazuelas y sartenes disponibles y tocamos con un par de
palillos chinos como baquetas.
Flautas hechas de arcilla, masa de sal
o pasta de secado al aire.
Muñecos:
Hechos con corchos de botella, con
alambres forrados de lana o con tela, el muñeco es, junto con el balón uno de
los mejores juguetes que puede tener un
niño.
Pizarra gigante: Forra una pared entera con
rollos grandes de papel. Hasta los rollos de mantel desechables sirven. Una
idea más ecológica, duradera y que queda preciosa es forrar directamente la
pared con pìzarra. Lástima que sea mucho más cara.
Juguetes modelados:
alambres forrados de lana o con tela, el muñeco es, junto con el balón uno de
los mejores juguetes que puede tener un
niño.
Pizarra gigante: Forra una pared entera con
rollos grandes de papel. Hasta los rollos de mantel desechables sirven. Una
idea más ecológica, duradera y que queda preciosa es forrar directamente la
pared con pìzarra. Lástima que sea mucho más cara.
Juguetes modelados:
Hacer extraterrestres con plastilina y ponerle
botones como ojos, rabanitos como narices, trozos de cordel etc, como si de un
Mr. Potato casero se tratara.
Juegos de mesa inventados:
botones como ojos, rabanitos como narices, trozos de cordel etc, como si de un
Mr. Potato casero se tratara.
Juegos de mesa inventados:
Sólo hace falta dibujar el tablero en papel, inventar la dinámica del juego y modelar las fichas,
aunque también se pueden utilizar las de otros juegos o usar legumbres, o pasta
de colores.
Juegos clásicos para la calle: como el escondite o la
búsqueda del tesoro, que podemos elaborar especialmente en casa con temática navideña.
Podemos colocar los regalos detrás de una serie de pistas para encontrarlos, en
función de la madurez de nuestros hijos y buscarlos en familia.
En resumen, todo lo que se nos pase por la mente, es
susceptible de ser transformado en juego y en juguete. Sin duda es más
enriquecedor para nuestros hijos jugar de manera más afín a su espíritu y un
auténtico goce para nosotros los padres participar con ellos y disfrutar con
sus caritas encantadas.
A pesar de todo lo anteriormente escrito, es vital también
respetar las elecciones de nuestros hijos y no imponerles nuestro criterio como
padres en materia de regalos. Espero que disfrutes de estos días y te deseo
Feliz Navidad y un buen Año Nuevo.
Lilith
http://www.babyradical.es
aunque también se pueden utilizar las de otros juegos o usar legumbres, o pasta
de colores.
Juegos clásicos para la calle: como el escondite o la
búsqueda del tesoro, que podemos elaborar especialmente en casa con temática navideña.
Podemos colocar los regalos detrás de una serie de pistas para encontrarlos, en
función de la madurez de nuestros hijos y buscarlos en familia.
En resumen, todo lo que se nos pase por la mente, es
susceptible de ser transformado en juego y en juguete. Sin duda es más
enriquecedor para nuestros hijos jugar de manera más afín a su espíritu y un
auténtico goce para nosotros los padres participar con ellos y disfrutar con
sus caritas encantadas.
A pesar de todo lo anteriormente escrito, es vital también
respetar las elecciones de nuestros hijos y no imponerles nuestro criterio como
padres en materia de regalos. Espero que disfrutes de estos días y te deseo
Feliz Navidad y un buen Año Nuevo.
Lilith
http://www.babyradical.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario