Tras unos días de merecidas vacaciones, volvemos a la carga. Mejor dicho, poco a poco iremos incorporándonos al día a día que marcará el resto del año.
Este verano está siendo especialmente lector para mí. No me había dado cuenta de la cantidad de tiempo que paso leyendo a mi hijo. Cuando he sido "liberada", por unos días, de esa rutina, he podido dedicarme plenamente a mis propias lecturas. Con lo que imaginad la cantidad de títulos que llevo a mis espaldas.
Claro, que todo ello ha sido posible por la visita de la familia. Mi hijo está jugando todo el día con sus primas,por lo tanto dispongo de algo más de tiempo y espacio. De vez en cuando necesitamos también un respiro, avanzar en nuestro propio camino, para regresar con más fuerza, si cabe.
Estos días han sido un bálsamo. Nos queda regresar a la rutina de siempre, a la que tanto cuesta engancharse tras el periodo estival, pero tan necesaria para seguir avanzando en nuestro aprendizaje.
Pero aún queda mucho verano por delante, muchas actividades por hacer y muchas salidas que disfrutar. Con lo que seguiré de "vacaciones" unos días más, en lo que a estudios se refiere, porque como bloguera sigo con el inexistente cartel "Cerrado por vacaciones". Quizá, y solo quizá, pueda concluir algún que otro libro de los que tengo en cola. Aunque, con lo que he avanzado en estas últimas semanas, me doy por satisfecha.
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