¿Qué te llevó a emprender?
En primer lugar constatar la necesidad de muchas familias de encontrar apoyo y pistas para resolver todo lo que sienten que en la relación con sus hijos no funciona: los chantajes, las amenazas, los conflictos recurrentes, los castigos... y que querrían disfrutar de la crianza de sus hijos en lugar de verlos como enemigos. Y en segundo lugar la necesidad de dar salida a la pasión que siento por la educación. Desde muy joven sentí que acompañar a los pequeños en su crecimiento y descubrimiento del mundo, apoyarles para que den lo mejor de sí mismos y sean personas felices y plenas es una tarea apasionante en la que quería participar. Y este acompañamiento pasa por los adultos de los que dependen, por que tengan -tengamos- los recursos para ofrecerles lo que necesitan y respetar sus necesidades y ritmos. Por eso completé mi formación e incluí mi experiencia para hacer asesoría individualizada a madres y padres; y también talleres presenciales y charlas.
La última razón por la que comencé fue mi equilibrio personal: la crianza exclusiva de tres niños requiere mucha energía y dedicación, y dejaba poco tiempo para mí y para dar salida a mis capacidades e inquietudes. Necesitaba reconocerme como persona además de como madre, así que durante el embarazo de mi tercer hijo me lancé a la piscina y fue una maravillosa decisión que me está llevando por caminos que nunca imaginé.
Dinos, con tres niños y trabajando desde casa ¿cómo te organizas?
Con mucha ilusión y dosis extra de organización y creatividad. Cuento con el apoyo de mi marido quien, además de ser compañero de fatigas en la crianza y en la vida, es amigo incondicional en mi emprendimiento. Y con la guía de mujeres con más experiencia emprendiendo desde casa, de las que estoy aprendiendo los secretos de la Red y los servicios online, y también lo necesario que es una buena organización del hogar para que la familia funcione. Lo cierto es que trabajo mucho, y eso me encanta y también supone un reto diario.
¿Qué parte de tu emprendimiento es la mejor?
Es difícil escoger una de ellas, porque lo cierto es que estoy creciendo en muchos sentidos: a nivel técnico, profesional y personal. Una de las cosas más satisfactorias es la asesoría individualizada y los talleres presenciales para grupos, por el contacto con las madres y padres directamente. Constatar que soy vehículo para sentirse más capaces de educar a sus hijos y facilitarles estrategias respetuosas que les benefician tanto a ellos como a sus hijos, escuchar su satisfacción y verles recuperar la calma, es algo que no tiene precio que da sentido a todo el trabajo que hago.
¿Qué proyectos tienes entre manos que pueden interesarnos?
Precisamente acabo de abrir inscripciones para un Programa pionero en la Red, el primer Programa para Padres en Resolución de Conflictos, porque muchas madres y padres me han contado las dificultades de tener una disciplina con sus hijos respetuosa, es decir, positiva, que ayude a los niños a situarse dentro de su familia, a conocer las normas del mundo que los rodea. Y llevar adelante esa disciplina sin acudir a los métodos que muchos sufrimos de niños: castigos, chantajes, amenazas, riñas, normas arbitrarias, conflictos fuertes con nuestros padres... Por eso he decidido realizar este Programa, en el que los participantes aprenderán estrategias prácticas para resolver los conflictos y vivir con confianza y calma la relación con sus hijos. Para participar sólo tienen que REGISTRARSE AQUÍ.
¿Cuáles son los beneficios de la disciplina positiva?
Para los padres:
- Estrategias acordes a las necesidades de los niños y por ello, sentirse capaces de educar de forma efectiva y recuperar la autoestima
- Comprender por qué se portan sus hijos del modo en que lo hacen
- Responder a las motivaciones por las que sus hijos se comportan de un modo concreto, en lugar de reaccionar automáticamente a las conductas molestas
- Ejercer el liderazgo de la familia sin sentirse culpables
- Dejar de controlar todo lo que hacen sus hijos y relajarse
- Mejorar las relación de amor con sus vástagos y la comunicación
- Aprenden las competencias para la vida sin sentir culpa, vergüenza o dolor
- Tienen la oportunidad de ser responsables y sentirse motivados
- Desarrollan la capacidad de comprendr sus emociones
- Colaborar con otras personas
- Desarrollan buenas competencias críticas
Estoy en Facebook, donde los seguidores no dejan de crecer día a día, conviriténdose casi en una comunidad de familias; también en Twitter, un espacio para seguirme personalmente; y por supuesto en mi Blog Crianza En Familia, un lugar para artículos de interés para todos los padres y para comentar las dudas, y para encontrar el servicio que más se adapta a las necesidades de cada familia. En él espero a todos los lectores y lectoras.
Muchas gracias por esta entrevista y por compartir tu trabajo y experiencia.
Azucena Caballero
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