A lo largo del año hay varios
momentos en los que nos vemos inmersas en la preparación de una comida, cena o
evento familiar de proporciones épicas.
Fiestas de cumpleaños, reuniones navideñas…
este tipo de situaciones suelen poner nuestros nervios y serenidad a prueba por
varios motivos:
- Nos encontramos cocinando para un número de personas mucho mayor del habitual.
- Nos esforzamos al máximo para ser creativas, sorprender y complacer a todo el mundo.
- Estamos sujetas a la presión de tener una hora límite en la que toda la comida debe estar
- correctamente preparada, en su punto, deliciosa y con una presentación impecable.
¿Temes las maratones en la cocina
en la que los accidentes o descuidos por una mala planificación pueden arruinar
todo tu esfuerzo e ilusión?
Aquí te dejo tres consejos que te
servirán para llevar esta cuenta atrás con entereza y garantías de éxito:
- Cuando elijas los platos que vas a preparar, lee de principio todos los pasos de la receta, especialmente si es la primera vez que la preparas.
Es de vital
importancia tener en cuenta aspectos como los tiempos de levado de algunas
masas o el tiempo que necesita un ingrediente para enfriarse antes de seguir
preparándolo.
No hay nada
peor en una cuenta atrás que descubrir que aquello que estás preparando para
comer dentro de dos horas necesita estar un mínimo de 12 horas de frigorífico
antes de servir.
- Utiliza un temporizador. No caigas en la trampa de pensar que te acordarás de sacar las cosas del horno cuando toque, por mucho que hayas repetido que a las 11:30 hay que sacar las magdalenas; cuando estés en plena vorágine culinaria es más que probable que te olvides de ellas.
El uso de un temporizador o cualquier alarma que puedas programar, te evitará sorpresas
desagradables por estar demasiado concentrada en otra cosa.
- Haz una lista de tareas de todo lo que hay que hacer. Cuando tengas claros todos los pasos que debes seguir, podrás ordenarlos de una forma óptima, aprovechando los tiempos de levado de algunas masas para adelantar otra de las recetas, por ejemplo.
También te
permitirá establecer una secuencia temporal lógica con la que aprovechar al máximo los
tiempos en el horno, en lugar de ir apagando y precalentando cada vez que
necesites hornear algo.
Además de
tener un guión que seguir planeado de antemano, saber en qué parte del proceso te encuentras y qué
te falta para acabar, te va a ser más fácil delegar tareas a aquellas personas
que se ofrezcan para ayudarte en lo que sea.
Neus Virgili
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