lunes, 13 de octubre de 2014

Empezar a levantarte temprano: Consejos para poder madrugar




Levantarnos de la cama en cuanto suena el despertador cuesta, y mucho, más todavía si resulta que está sonando una o dos horas antes de “lo habitual”.


Es muy fácil caer en la tentación de escuchar nuestras vocecitas internas, aquellas que te dicen que te fuiste a dormir tarde, que tus peques te han despertado varias veces durante la noche, que para empezar el día con energía necesitas dormir más rato…


Y al final te acabas convenciendo a ti misma que MERECES seguir durmiendo.

 Imagen cortesía de marcolm/ FreeDigitalPhotos.net
 Imagen cortesía de marcolm/ FreeDigitalPhotos.net


Si todavía no tienes claros los beneficios de empezar a madrugar te recomiendo que te pases por AQUÍ antes de seguir leyendo; y si tienes claro el por qué pero te sigue faltando el cómo, aquí te dejo unos consejos para que el cambio de hábito sea más llevadero:




·     Tener claros tus motivos



Déjame que insista en este aspecto porque sin una motivación fuerte y bien definida será imposible que consigas salir de la cama.


Todos tenemos un por qué.  

El mío es que si dejo hecho todo el trabajo "duro" antes de que el resto de la familia se despierte, el resto del día se convierte en un auténtico regalo.


No tengo que preocuparme por si encontraré tiempo para lo que tengo pendiente, no me pondré de mal humor cuando las cosas se tuerzan y podré afrontar los imprevistos con la tranquilidad de saber que lo más importante ya está hecho.




     La noche anterior




  • Facilítate el trabajo para mañana.




Deja lista la ropa que vas a ponerte, no vas a querer arriesgarte a despertar a tus hijos con tus ruidos buscando y rebuscando en el armario un conjunto favorecedor.

Si además vas a aprovechar para salir a correr o ejercitarte, deja también preparada la bolsa de deporte y todos los accesorios que vayas a necesitar.

El día tiene que empezar fluyendo, no renegando a oscuras porque no consigues encontrar la ropa que te quieres poner.



  • Pon el despertador para ir a dormir.


Un paso clave para poder levantarte temprano es haberte ido a dormir pronto también.

Parece algo muy básico, ¿no? 

Para mí es fundamental, no quieres levantarte temprano a costa de sacrificar tus horas de sueño.


Tú sabes mejor que nadie si después de dormir 6 horas te sientes fresca o necesitas un mínimo de ocho. 


Sea cuál sea el número de horas que necesitas dormir, una vez hayas decidido a qué hora quieres levantarte por la mañana, haz la cuenta inversa y establece cuál va a ser tu hora para acostarte.


Esto no significa que una vez suene la alarma debas ponerte en la cama.


No.


Vas a ponerte un recordatorio una o dos horas antes de la hora en que has considerado que debías irte a dormir, para empezar con una rutina que te permita ir bajando ritmo y preparándote para descansar.



  • Rutina antes de acostarte.
 
Igual que harías con tus hijos pequeños, prepara el ambiente:

En cuanto suene tu alarma, ve cerrando todos los frentes que tenías abiertos, déjate notas sobre lo que deberás seguir haciendo mañana y reduce revoluciones.


Utiliza luces tenues, evita los ruidos y voces fuertes y a ser posible deja de lado las pantallas de televisor, ordenador, dispositivo móvil, etc.

 


      Durante el día




  • La alarma de la mañana.


Sí, estoy asumiendo que vas a necesitar ponerte el despertador para lograr salir de la cama por las mañanas.


De todos modos, es probable que al cabo de pocos días tu cuerpo ya se haya acostumbrado a este nuevo horario e incluso te despiertes por ti misma antes de que suene el despertador.
 

Pero hasta que ese día llegue, hay varias estrategias que puedes utilizar:

  • Despertarte con una música que te guste, que te ponga las pilas.
  • Utilizar un tono de alarma realmente fuerte.
  • Colocar tu despertador lejos de tu alcance, para que tengas que levantarte necesariamente para pararlo.
  • O incluso colocar más de un despertador en tu habitación.



  • No le des a posponer alarma.


Mmmmm….tremendamente tentador, pero completamente inútil.


Dormir 5 minutos más no te va a servir de nada, no vas a poder descansar realmente.


Si tienes muy instaurado este hábito de regalarte 5 minutos más y te cuesta resistirte, prueba a utilizarlos para empezar a pensar en cómo quieres que sea tu día; a imaginarte qué prepararás para desayunar o simplemente empieza a mover tus dedos y tus pies mientras visualizas lo magnífica que va a ser tu mañana.



  • Deslízate de la cama


Hace un tiempo descubrí que me costaba mucho menos despertar a mi hijo si en lugar de susurrarle palabras dulces y ponerme a su lado en la cama para darle los buenos días, lo arrastraba suavemente hasta el final de la cama hasta hacerle poner los pies en el suelo, provocando que él mismo empezara a andar.

(Si te cuesta horrores conseguir que tus hijxs salgan de la cama, te recomiendo que pongas en práctica este truco.)


Pues bien, esto también funciona para nosotras.

En cuanto suene el despertador, intenta arrastrarte fuera de la cama, verás cómo puedes ponerte en marcha más fácilmente.



  • Aprovecha para hacer cosas que de otro modo no harías.


Está genial disponer de este tiempo antes de que todo el mundo se despierte para trabajar en tus tareas clave y saber que ya has cumplido para el resto del día.


Pero si sabes que normalmente siempre hay otros temas que se comen lo que te gustaría hacer, y por ejemplo nunca encuentras tiempo para hacer ejercicio, leer, etc; dedícate a este tipo de actividades a primera hora de la mañana.


Al fin y al cabo sabes que siempre acabas encontrando tiempo para lo demás, si a esas horas eres incapaz de concentrarte o realizar trabajos creativos, dedícate a cuidarte, también es una forma excelente de empezar la jornada.

      
  • Nada de cafés o estimulantes.


Al principio habrá días en los que el sueño y el cansancio aparezcan a mitad de la jornada, a veces incluso a medio día sientas que necesitas una siesta.

Si no puedes tomarte unos minutos para tumbarte y descansar, en la medida de lo posible, intenta vencer la tentación de recurrir a bebidas estimulantes para mantener el ritmo el resto del día, especialmente si te hacen perder el sueño completamente.

Sólo conseguirás estar desvelada por la noche, acabar durmiendo pocas horas e iniciar una dinámica que no te favorece.



      Desarrollando el hábito de madrugar




  • No es algo que vaya a suceder de la noche a la mañana (nunca mejor dicho).


Levantarte dos horas antes de lo normal, así, de golpe, puede ser algo que te funcione durante uno o dos días, pero un cambio brusco de rutina acabará pasándote factura.


Es mejor que realices un cambio gradual, poco a poco para que el cuerpo se acostumbre.


Quizás te parezca que no puedes conseguir demasiado con 10 ó 15 minutos extra, pero recuerda que estás buscando un cambio que quieres mantener a largo plazo.


Y de todos modos, 10 minutos para ti pueden suponer la diferencia entre empezar el día enfocada en lo que quieres conseguir o meterte de lleno en un ritmo frenético en el que lo único que haces es reaccionar a lo que sucede.


Una vez hayas asegurado esos 15 minutos, podrás ir adelantando el reloj paulatinamente hasta llegar a tu objetivo.



  • Mantén una rutina todos los días de la semana.


Sí, lo sé, es muuuuuy tentador pensar que sábados y domingos no tienes tanto trabajo por adelantar o que mereces una tregua.


Pero recuerda que no estás madrugando por sacrificarte o pagar algún tipo de penitencia, lo que quieres es que este nuevo hábito se mantenga en el tiempo y para eso lo más fácil es que te acostumbres a una rutina sin grandes variaciones.

Cuantos más cambios, más le costará a tu cuerpo adaptarse y sentirse cómodo con este nuevo horario. 



  • Todo es más fácil con un/a compañer@ de batallas.


Y si necesitas todavía un empujón extra, busca una persona con la que compartir madrugones.


Comprometerte con otra persona puede ser clave para sentirte acompañada y funcionará como un aliciente más para adquirir este compromiso y dar lo mejor de ti.






Neus Virgili
Maternidad a Tiempo Completo, Gestión del Tiempo y Desarrollo Personal



** Imagen cortesía de marcolm/ FreeDigitalPhotos.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario