"Involucrarse con cosas que no tienen importancia en la vida nos hará ponernos en el camino a ello, como lo haremos con cualquier cosa que nos involucremos, como la familia y el hogar, que sí son importantes."
Kaye Gibbons
Esta frase de Kaye Gibbons es tan absolutamente cierta...
¿Cuantas veces nos hemos implicado en una causa, idea, grupo, asociación, entidad, trabajo, empresa, vida de otros, etc, como si fuera lo más importante y luego hemos visto que no era eso lo fundamental en nuestra vida?
Creo que es algo que nos ha pasado a todas, a las mujeres especialmente por esa educación recibida en la que nuestra función nutricia, dadora y sostenedora parece que se tenga que extender a todo el planeta y en ocasiones nos damos demasiado y a personas, entidades o causas que no merecen tanto de nosotras.
¿Estuviste metida en un proyecto hasta las trancas quitando horas a tu familia, a tu descanso, a ti misma, etc, para que encima luego el proyecto fuera por otros derroteros o ni siquiera te dieran las gracias o peor, hasta se cagaron en tu padre?
¿Has dedicado tanto esfuerzo a ayudar a una amiga con sus problemas que has descuidado a tu propia familia y los problemas que tú tenías?
¿Te has descuerando por la empresa para la que trabajabas como si fuera tuya casi para que al final te echaran?
Todas estas cosas que nos han pasado a muchas más de las que lo cuentan nos sirven para darnos cuenta de donde está lo verdaderamente importante, y donde has de poner tus prioridades. Así que fuera lo que fuera aquello que te vampirizó tiempo, energía, alegría, etc, pasa página, agradece lo aprendido y sigue adelante, eso sí, sin volver a cometer el mismo error, eso ya lo viviste.
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