La elección de un libro infantil, sobre todo si queremos que sirva para introducir los primeros pasos a la lectura, debe de ser metódica y sin olvidar varios aspectos.
- Temática. 
Busquemos temas que le interesen al niño. Siempre es más 
fácil leer algo que le atraiga que forzar con un argumento que solo nos 
convence a nosotros. Pero no olvidemos nunca el desarrollo de la 
historia, algo que puede parecernos interesante puede dar un vuelco 
inesperado a medida que ésta avanza. Recomendación imprescindible, leer 
nosotros siempre el libro, o al menos ojearlo, para saber 
si es o no apropiado para nuestro hijo.
- Ilustraciones.
Muchos padres prefieren un libro que no esté ilustrado, para que 
sea la propia imaginación del niño la que prime en todo momento. Pero para cuando ellos comienzan a leer, los dibujos pueden ser de gran ayuda 
para no cansarse, sobre todo al principio, puesto que es un 
excelente añadido visual a la historia.
- Letra.
Prestemos especial atención al tipo de letra del libro. En el momento en que se 
comienza a leer es importante no mezclarlas demasiado (imprenta, 
cursiva, ligada, mayúsculas) puesto que cada una representa un reto para
 el niño. En el mercado disponemos de muchas opciones, pero sobre todo 
al principio nos deberíamos centrar en una o dos a lo sumo.
- Formas y estilos de letra. 
Algunos libros combinan letras de colores, tamaños y formas para que
 resulten más atrayentes, incluso en los indicados para la primera edad, los hay 
visualmente muy impactantes por las letras que muestran, pero que en 
nada son funcionales para el niño. Pongamos mucha atención en esto 
también. Si en algunos casos a nosotros nos resulta complicado leerlo, 
imaginemos lo que supondrá para él, que recién comienza a dar sus 
primeros pasos en la lectura.
Muchos niños presentan dificultades a la hora de leer,  la mayoría de las veces sólo pasa por una adecuada elección del tipo de letra, según vayan 
creciendo se irán acostumbrando a todas las variantes que existen en el 
mercado y no tendrán problema alguno,  es cuestión de madurez y 
tiempo. En otras ocasiones, en las que dicha dificultad persiste podríamos 
estar hablando de dislexia, pero aún en estas circunstancias  una buena elección del tipo de letra consigue ayudarle en el descifrado.
Seamos selectivos con los libros, al igual que nosotros tomamos 
nuestro tiempo en decidir que leeremos  basándonos en la sinopsis, en el estilo y el tamaño de la letra,
 pensemos que nuestros hijos también se merecen la mejor literatura, 
adaptada tanto a sus gustos como a sus necesidades.
Paloma M.
Escritora.
Paloma M.
Escritora.
 

 
 
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