lunes, 25 de junio de 2012

Algo para recordar



Me vais a permitir que la entrada de hoy sea muy diferente, puesto que  no hablaré de libros, ni de literatura. Hoy quiero compartir con todos algo muy especial y emotivo para mí. La primera actuación de mi hijo en la orquesta a la que pertenece.

Y es que ha supuesto un gran paso para alguien como él, inseguro de si mismo en muchos aspectos, bastante perfeccionista y algo tímido ante desconocidos. Ser capaz de subirse a un escenario y tocar perfectamente, sin sucumbir a sus nervios, ha sido toda una prueba de fuego para él.

Este ha sido su primer curso de violín y han contado con él para semejante proyecto. Ha logrado integrarse entre sus compañeros, ha sabido encajar en una orquesta, donde cada uno es independiente pero forman parte de un todo, y ha superado su terrible miedo escénico.

El sábado fue un día muy especial y cargado de emociones. Tenía dudas en cuanto a su actuación y pensé que a última hora se arrepentiría. Así que verle allí, encima del escenario, junto al resto de los niños, y disfrutando de ese momento, supuso un momento  precioso y a la vez duro. Es cuando más echas en falta a las personas que ya no están a nuestro lado.

Me siento más que orgullosa de él. Digamos que incluso me ha sorprendido, y eso que participo activamente en su aprendizaje diario. Porque pensé que sus nervios podrían traicionarle y hacer que se despistase, pero ha sido capaz de dominarlos. Es cierto que he trabajado con él este aspecto. En una orquesta, donde todos los instrumentos tocan a la vez, una equivocación puede pasar desapercibida, y así se lo he transmitido. Con esta afirmación actuó el sábado.

Este mérito también tengo que compartirlo con la escuela a la que asiste. Su profesora de violín ha resultado ser una persona fuera de lo común, adaptándose perfectamente a las necesidades particulares que ha presentado mi hijo. Se podría decir que cada clase era un nuevo reto para todos. Pero ha sido capaz de enseñarle técnica, buscar recursos alternativos y respetarle en sus gustos para que siguiese teniendo interés por este instrumento tan particular.

He sido consciente, durante este curso, de la suerte que hemos tenido al dar con ellos, puesto que tenemos amigos que han abandonado sus clases musicales por un mal entendimiento con el profesorado. Pero en nuestro caso tengo que decir que siempre nos han apoyado, han creído en su valía y han demostrado que son unos verdaderos profesionales. Por todo ello, gracias Emma por tu dedicación, y gracias al resto del equipo, por todo vuestro cariño y comprensión.

Paloma M.
Escritora
 


3 comentarios:

  1. Paloma, no he parado de observar a tu hijo tanto en los ensayos como en el concierto. Sus ojos lo decían todo: bien abiertos, expectantes, ilusionados... Sé que ha tenido que superar barreras y no ha sido fácil, pero la música que siente ha conseguido que exprese externamente todo aquello que siente en su interior, aquello que quiere salir y por otros medios quizás sea más complicado. Pero su mirada nos decía lo que siente en su interior, y esa ilusión le ha llevado a sentirse cómodo... me alegro inmensamente de que la música haya logrado ser el vehículo para ello, y creo sin duda que ya no podrá dejarla jamás. Muchas felicidades a los dos.

    Eva Alonso
    Directora de Juventudes Musicales

    ResponderEliminar
  2. Felicidades por ese campeónnnn!

    ResponderEliminar
  3. Mil gracias Eva por tus palabras. Como bien dices, la música está siendo para él algo más que tocar un instrumento. Lo vive, lo siente, lo disfruta y creo que todos nos hemos dado cuenta de ello.

    Por el momento está siendo feliz, que es lo que pretendo, y vosotros formáis parte de ese nuevo universo que le ofrece tanto. Si él está tan volcado en esta nueva faceta, no lo olvidéis nuca, es gracias al cariño que percibe de todos vosotros. De otro modo, no habría llegado hasta donde está ahora.

    Ehorabuena a Juventudes Musicales por este pedazo de proyecto.

    Paloma M.

    ResponderEliminar