4 Razones por las que no es malo llevar a tu bebé en brazos

Más bien diría que lo malo es no llevarlo en brazos. Nuestros bebés nacen esperando estar en brazos, es el lugar al que están destinados por naturaleza fuera del vientre materno para poder desarrollarse de forma adecuada, tanto física como emocionalmente. En brazos tienen todo lo que necesitan: el alimento (la teta está a su alcance), el calor, la protección y el amor.  

Nuestros bebés nacen muy indefensos. Se trata de proporcionar al bebé el escenario más parecido posible al que tenía en el vientre materno. Pero vamos a explicarlo con un poquito más de detalle:

- El alimento. En los brazos el bebé está cerca del pecho, eso favorece la producción y la demanda de leche materna, es decir, una buena lactancia materna a demanda.

- El calor. Un bebé al nacer aún no es capaz de regular su temperatura corporal el solito, necesita de su madre/padre para ayudarle a regular su temperatura. 

- La protección. Un bebé para sentirse seguro necesita estar en contacto continuo con su cuidador, y para ello necesita tener su cuerpo en contacto con él. No basta con darle una mano, necesita estar en contacto con todo su cuerpo. El cuerpo del bebé tiene la posición perfecta para abrazar el cuerpo de su cuidador, para abrazarlo. 

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Un bebé tumbado en una cuna, en un carro se siente solo y desprotegido. Aunque nosotros sepamos que no es así,  él sigue teniendo el mismo instinto de supervivencia que los bebés nómadas de hace miles de años, y estar solos significaba la posibilidad de ser cazado por una fiera. Así que, cuando nos reclaman llorando, lo hacen para asegurarse su supervivencia, lloran porque siente miedo, miedo de verdad por su vida.  

Un bebé no llora por capricho, simplemente es la única forma que tiene expresarse, de comunicarse con nosotros. !No los ignoremos, por favor!

- El amor. Un bebé en brazos de su madre siente su calor y su amor (mutuo). La madre percibe antes las señales que el bebé le haga, y eso le permite poder satisfacer antes sus necesidades.  Es un bebé más feliz y tranquilo, lo que influye en que los padres estén a su vez, más felices y tranquilos. Es un dar y recibir mutuos, ya que no hay nada que pueda hacer más felices a unos padres que ver a su bebé feliz, ¿verdad?

Además, un bebé en brazos está a solo un beso de distancia de los labios de su madre, ¿puede haber una distancia mejor?

Así que no dejéis que os cuenten historias de miedo sobre las costumbres y hábitos que puede coger tu bebé si le coges en brazos, simplemente no son ciertas. Hay tantos cuentos horribles de tetas, colechos y brazos que a mí ya me dan hasta risa (a veces, no siempre). 

Disfrutad de la etapa en brazos, que dura muy poquito. 

Feliz Crianza!

Margaret González Membrilla
www.teladeabrazos.com